Categorías
Ecología

Bombas de Semillas: un arma de creación masiva

Bajo esta apariencia de inocente pelotilla de barro, se encuentra nada más y nada menos que una de las armas más poderosas del mundo.

A lo largo de este artículo te contaremos todo sobre qué son las bombas de semillas, para qué utilizarlas, cómo hacerlas y cómo usarlas con responsabilidad. 

¿Qué son las bombas de semillas?

Con un nombre tan guerrillero, no podemos decir si no que las bombas de semillas son el arma perfecta para organizar una guerra en pro de la soberanía alimentaria. 

Estas bolitas, compuestas principalmente de arcilla, guardan en su interior semillas. 

Hoy en día, cuando hablamos de bombas de semillas, no podemos evitar nombrar al japonés Masanobu Fukuoka. Quizá te suene más el nombre de Nendo Dango – bombas de semillas en japonés -. Este biólogo japonés fue el precursor de las bombas de semillas.
Las desarrollo como un método de agricultura natural, que se rige por los siguientes principios de trabajo: 

  • No arar la tierra
  • No usar abonos ni fertilizantes
  • No usar pesticidas ni eliminar las malas hierbas
  • Realizar la siembra mediante bombas de semillas


Bola de arcilla con semillas germinando

¿Para qué sirven las bombas de semillas?

Podemos usarlas para atacar espacios públicos, lanzándolas en lugares en los que puedan germinar. 

¿Te imaginas ir soltando tus bombas de semillas camino al trabajo y, más adelante, ver cómo han ido germinando? 

También podemos usarlas para atacar ecosistemas que han sufrido incendios: podemos bombardear zonas a las que difícilmente podríamos llegar a pie, como riscos, laderas o barrancos.

Una vez lanzadas, la composición de las bombas de semillas permitirá a las semillas que viven en su interior, germinar.

Fukuoka consiguió convertir la ladera desertizada de una montaña en un huerto comestible, lanzando bombas de semillas.

Mora frutilla

Aprendamos a hacer bombas de semillas

Existen diversas formas de hacer bombas de semillas, aunque podemos sacar una conclusión clara: están formadas por arcilla, material orgánico y semillas.

Fukuoka recomendaba usar arcillas de origen volcánico, por ser ricas en hierro, pero podemos usar la tierra que tengamos en nuestra zona, si no tenemos acceso a arcilla o no queremos comprarla.

Para obtener el polvo para hacer arcilla bastaría con coger tierra y tamizarla con un tamiz tipo los de harina que usamos en casa. 

Prepara una superficie que no importe marchar o sea fácil de limpiar, así como ropa de trabajo, pues nos vamos a pringar un poco de barro.

Cómo hacer bombas de semillas

Gruipo de personas haciendo bolas de barro con semillas
Photo: Patrick Lydon

Ingredientes para tus bombas de semillas:

  • 5 partes de arcilla o polvo de arcilla 
  • 3 partes de materia orgánica (como el compost) 
  • 1 parte de semillas 
  • Agua

¡Manos a la obra!

1.- En una superficie colocamos el polvo de arcilla y el compost. Lo juntamos con las manos en seco.

2.- A la mezcla de arcilla y compost le vamos agregando agua con cuidado, hasta formar una masa moldeable. La textura tiene que ser de tal manera que si cogemos un pellizco de la masa podamos hacer bolitas individuales. Es decir, debe quedar una masa fácilmente moldeable.

3.- Ahora viene el paso de incorporar las semillas. Si son semillas pequeñitas, dejaremos nuestra masa plana sobre la superficie, le esparcimos unas cuantas semillas por encima y amasamos, como si hiciéramos pan, para que queden repartidas por toda la masa. Cuando esté bien amasado, vamos sacando pellizcos de masa para hacer bolitas pequeñas, más o menos del tamaño de canicas.

Si las semillas son grandes, haremos una bolita de barro alrededor de las semilla. Es decir, las recubriremos con nuestra masa de arcilla.

Conserva tus bombas de semillas

Puede ocurrir que no quieras utilizar tus bombas de semillas inmediatamente. Pues no te preocupes, siguiendo estas instrucciones podrás usarlas más adelante.

Todo lo que deberás hacer es dejar secar tus bombas: al sol o en casa, el caso es que estén en un sitio poco húmedo durante unas horas. Con el paso del tiempo verás que la bomba se va haciendo más y más dura, hasta llegar a quedarse casi como una piedra.

Una vez seca y dura, guárdala por un periodo no mayor a 2 años, en un lugar seco. Cuando decidas utilizarla, simplemente lánzala en un lugar donde sepas que le caerá algo de agua próximamente.

¡El resto del proceso lo completa la naturaleza con su sabiduría!

Germinacion curiosa planta

Modo de empleo: bombardea con responsabilidad.

Como comentábamos al principio, ahora puedes dedicarte a bombardear. Pero hazlo con responsabilidad: no vayas a tirar lechugas en un bosque endémico donde nada tienen que ver.
Cada cosa en su lugar. 

Si quieres bombardear lugares como solares o zonas urbanas, cerciórate de que las semillas que has usado son variedades locales. Lo mismo si vas a querer ayudar a repoblar una zona que haya sufrido incendios o degradaciones, utiliza flora autóctona.

Para la huerta, selecciona las semillas que más te interesen y sean fáciles de germinar. Por ejemplo: las leguminosas son buenas para fijar nitrógeno al suelo.

Estudia tu entorno, elabora un plan de semillas en función de lo que tus suelos necesitan.
Contacta con las redes de semillas locales para que te orienten sobre las variedades para bombardear.

Se creativa, no te limites a las hortalizas o frutales. Puedes bombardear con semillas de flores que se resiembren solas, con la idea de atraer polinizadores. 

Flores en un bosque

En definitiva, estudia tu entorno y sus necesidades. ¡Y a bombardear vida!
Comparte este artículo para que más personas conozcan esta maravillosa arma 🙂

Donar 1€

EcoVeo es gratuito para todo el mundo. Para ello necesitamos el apoyo de las personas, nuestro objetivo es ser autogestionables.

DONAR